martes, 11 de septiembre de 2012

Pedí comida en Barrio Norte

Lo más fácil que hay es conseguir un delivery en Barrio Norte. Es más, yo antes vivía en Flores, pero no tenía muchos lugares de delivery y como no me gusta cocinar me mudé a Barrio Norte. Ahora estoy re contento. Chocho. Feliz de la alegría, porque tengo una carta de opciones casi interminable para pedir comida a domicilio. Es que me di cuenta que el negocio de Barrio Norte es el delivery. Ni librería ni fábrica de ropa. Delivery, ahí está el secreto de la prosperidad comercial en Barrio Norte. Si tenías un local y no te funcionó, ya sabés. Convertilo en delivery, que en Barrio Norte es lo que funciona. Será que a la gente no le gusta cocinar, que hay muchos estudiantes, quién sabe la razón y circunstancia. Lo cierto es que funciona. Habría que hacer un estudio sociológico de por qué en Barrio Norte hay tanta oferta de delivey y funciona y por qué en Liniers, por ejemplo no. Concentración poblacional? No lo creo, pero sin importar hay opciones de todo tipo, comida china, empanadas, comida mexicana, pizza, mucha pizza y rotisería. Y eso sí, la comida regional aquí se convierte en algo chick, extravagante. Comerse una humita en Tafí del Valle puede ser barato y lo habitual. Pero comerse una humita en Arenales y Ecuador, ah eso sí que es una excentricidad. Es fashion, es salir de la rutina, es volverse un comensal aventurero. Un amante de la diversidad cultural. Una persona que sabe apreciar la cultura y que disfruta de lo raro, que se convierte algo de clase, de estilo. Como un sushi, que sale doscientos pesos. Tal vez en Japón se pida hasta en la calle, como si fuese un pancho, pero aquí el Sushi es una comida fuera de serie. De lujo. Extraordinaria. Por qué, vaya uno a saber, es raro. Así es Barrio Norte.